Cientos de vecinos de la Villa 21 y 24 de Barracas marcharon ayer a las puertas del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y cortaron avenida 9 de Julio para reclamar las 1334 viviendas que les corresponden por ley, ya que en más de dos años de firmada la última resolución judicial, no han recibido nada. El presidente del IVC, Emilio Basavilbaso, se negó a aceptar la relocalización dentro de la Comuna 4 y quiere mudar cuanto antes a las primeras 467 familias sin tener en condiciones ninguna vivienda.
Junto a los vecinos de Barracas, salieron a la calle otros cientos de trabajadores de la empresa Tawer Construcciones SA que adeuda salarios por incumplimiento de pagos del Gobierno porteño. Esta empresa relacionada hasta no hace mucho con capitales canadienses en el país, tiene a su cargo la construcción de 320 viviendas para los vecinos del Riachuelo sobre la calle Iguazú. Las obras permaneces frenadas por voluntad del IVC mientras que la empresa, entre mayo y octubre de 2012, acumuló 147 cheques rechazados por un monto superior a los 3 millones de pesos.
El Cuerpo de Delegados del Camino de Sirga que representa a las 1334 familias se sintió humillado frente al trato de Basavilbaso que los atendió en un pasillo de oficina, de parados, después de horas de esconderse detrás de sus subordinados. No tuvo reparos en decir que el IVC no iba a comprometer ninguno de los 24 terrenos dentro de la Comuna 4 que los vecinos le acercaron como propuesta en enero. La orden fue mudar a las primeras 467 familias a la Comuna 8, convirtiendo el proceso de relocalización en un desalojo forzado que amenaza con dejar a miles de vecinos de la villa sin un techo.
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