Después de muchas idas y venidas, el Gobierno de la Ciudad comenzó a liberar el Camino de Sirga donde actualmente residen 1334 familias al borde del Riachuelo en Villa 21-24 Barracas. Se demolieron tres casas en el sector San Blas y las familias fueron destinadas a un complejo de viviendas ubicado en Avenida Castañares y General Paz. Sin embargo, existen varios vecinos que en su momento no fueron censados y que, lógicamente, se niegan a aceptar un subsidio habitacional por un período de dos meses que ofrece el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) para estos casos.
La relocalización, que demoró dos años y medio en comenzar, fue fruto de una larga lucha del Cuerpo de delegados de Sirga que representa a las 1334 familias afectadas por el fallo Mendoza. En junio, miles de vecinos se habían movilizado a las puertas del IVC y cortaron Avenida 9 de Julio para reclamar por sus derechos. Pero fue recién hace dos meses que se reanudaron las mesas de trabajo con el IVC cuando el juzgado que interviene en la causa visitó por primera vez a los vecinos de Sirga.
A principios de agosto, ocurrió un hecho muy triste para el barrio: la muerte de la delegada y vecina de San Blas, Ester Arce. Su lucha de tanto tiempo y la de todos sus compañeros está dando por fin los primeros frutos.
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